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Normalmente le damos demasiadas vueltas a las cosas.
Muchas veces nos equivocamos.
Otras, lo tenemos totalmente claro.
La vida nos enseña poco a poco el camino que debemos seguir.
Lo más importante no siempre es mirar, si no saber ver.
Tras una larga temporada en Córcega, Antonio, visionó que su cocina, su criterio culinario y su buen hacer, podían tener un sitio en Madrid.
En una pequeña isla francesa se fraguó todo.
Ideas, ilusiones y muchas ganas.
En Diciembre de 2011, se embarcó en un Proyecto llamado Úbeda Taberna.
Úbeda, orígenes familiares y tierra de olivares.
Lugar de una enorme riqueza cultural e histórica, importantísima en la Historia de España.
Influenciada durante siglos por diferentes culturas muy distintas: la árabe, la mudéjar y la renacentista. ¡Toma ya!
En la cocina, inevitablemente siempre existen ingredientes básicos, imprescindibles, duraderos, pero su gran riqueza radica en las fusiones y las mezclas.
Por esa razón todos los platos de Antonio tienen profundidad.
Por un lado tienen sabores ancestrales y caseros, vamos… los de toda la vida; pero sin embargo están llenos de matices remezclados con mucha sabiduría.
Los ingredientes siempre han estado ahí, pero la forma de cocinarlos, los convierte en platos totalmente únicos y apetecibles.
Los orígenes andaluces corren por sus venas y se reflejan de forma directa en sus platos.
Y recomienda:
‘’Los platos compartidos siempre saben mejor
Existe un ingrediente imprescindible en todas sus recetas.
El secreto misterioso que hace que vuelvas, repitas y recomiendes:
Ese ingrediente es el trato tan personalizado y cercano de Antonio.
No tener prisa, esforzarse, la disciplina… En definitiva, el amor que pone en su trabajo día a día.
Podría definirse como la filosofía de Úbeda Taberna.